En los últimos años no hacemos más que oir hablar sobre el avance de la robotización en muchos sectores y de cómo cada vez más las funciones que realizaban las personas están siendo sustituidas por máquinas.
¿Hay razones para pensar que el comercio tradicional desaparecerá?
En varios países se están empezando a realizar experimentos de supermercados sin personas en caja. Son los mismos clientes quienes eligen sus productos, pasan el código de barras y pagan.
Si bien es cierto que el comercio tradicional no parece que vaya a desaparecer, puesto que el trato personal y probar lo que se va a comprar son costumbres arraigadas en la sociedad, sí parece que cada vez menos se compra como se ha hecho siempre.
Internet también ha cambiado esta forma de mirar el comercio. La entrega casi inmediata de Amazon, las devoluciones gratuitas o los descuentos solo online han conseguido que un gran público deje de visitar tiendas. En cierto modo tanto a cliente como a proveedor le sale más a cuenta realizar la venta desde internet.
Las máquinas expendedoras o máquinas de vending también ocupan un papel cada vez más importante en cierto tipo de ventas. Están en aeropuertos, empresas, calles, etc. Suponen una automatización y permiten tener un producto al alcance y 24 horas al días. En las ciudades ya han aparecido en bajos comerciales y ofrecen una gran variedad de productos. En países como Japón casi son un medio de vida donde debido al ajetreo y la concentración de personas hace que acudir a una máquina resulte mucho más efectivo que desplazarse a ciertos comercios.
En España tenemos cerca de 400.000 vending machines y todo apunta a que la tendencia no hará sino que crecer. Todo aquello que simplifique la vida y abarate costes tiene todas las papeletas de triunfar.