Nos encontramos frente a una nueva realidad, no sólo provocada por la crisis de la COVID-19, sino también por las circunstancias medioambientales y culturales. Como respuesta, surgen nuevos estilos de vida y nuevas formas de trabajar y de organizar el tiempo.
Hoy, más que nunca, somos conscientes de la importancia de reservar tiempo para la vida personal. Y frente a los antiguos hábitos y horarios, con jornadas partidas que prácticamente nos ocupaban todo el día, en la actualidad intentamos condensar el horario de trabajo, tanto en la oficina, como haciendo teletrabajo.
En esa nueva jornada adaptada a la nueva realidad, reservamos un pequeño espacio para tomar algo a media mañana o hacer un almuerzo rápido a mediodía. En esta circunstancia, las máquinas de vending ofrecen justo lo que se necesita: un servicio eficaz, rápido e higiénico, que permita continuar con la actividad de la jornada consumiendo poco tiempo.
Son muchos los espacios donde encontramos ya máquinas de vending que cumplen una función fundamental: en los hospitales y centros de salud, proveyendo de agua o pequeños bocados con los que aligerar la espera antes de una visita.
En los gimnasios, o instalaciones deportivas, con bebidas isotónicas o refrescos. En las paradas de metro o de las estaciones de tren.
Pero las grandes ventajas de las máquinas de vending: servicio, rapidez e higiene, las hacen perfectas para formar parte de esta nueva realidad en espacios que antes estaban reservados a locales de hostelería o comedores.
Por ejemplo en los colegios y en los institutos, ofreciendo tentenpiés o meriendas. Y hasta es posible, gracias a la posibilidad de integrar en las máquinas de vending alimentos saludables como los zumos naturales, las ensaladas o los snacks sanos, ofrecer almuerzos completos de una forma sencilla, rápida y totalmente higiénica ya que los alimentos están protegidos por envoltorios y son individuales.
Lo mismo ocurriría con centros de trabajo como fábricas, empresas o edificios de oficinas y también en centros comerciales o en lugares estratégicos de la ciudad, donde concurren despachos y espacios oficiales.
Las máquinas de vending son una solución que elimina el problema de la manipulación de los alimentos, cuyos productos están preparados para facilitarle la vida al consumidor, ya que incluyen todo aquello que se puede necesitar para su consumo.
Disponibilidad, limpieza, cercanía y productos de calidad forman un abanico de ventajas que llevan al consumidor a decantarse progresivamente por una máquina expendedora para tomarse un café en una pequeña pausa, o comer un sándwich antes de una reunión.
El panorama es pues, muy positivo para las máquinas de vending, que sí vieron un aumento de la demanda en años pasados, todo indica que el futuro se augura prometedor.